Entrada destacada

2030: Fenómeno turístico

Acercarnos a la historia del fenómeno turístico nos permite comprender el desarrollo actual del turismo. Sus inicios arrancan en la búsque...

miércoles, 20 de febrero de 2019

Literatura de viaje. Su crónica


Viajar es un modo de aprender. Ese aprendizaje se arranca en unas lecturas, esa acción lectora se sustenta, entre otras, en la temática viajera narrada por cronistas que posibilita emerger una cultura de viaje.

La literatura de viaje, género literario, se cimienta con el elemento esencial, la crónica del viaje, que desvela el viaje real no aflora un viaje ficticio por lo que es una literatura de la experiencia.

Una crónica de viajes cuenta qué mirar. El cronista viajero desvela unos nuevos modos de mirar. Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) escribe crónica de viajes. Se desliza por la premisa de narra lo que no solemos mira con la Larga distancia (Malpaso Ediciones). Su escritura traza un viaje de descubrimiento. El hecho de escribir los viajes le permite esbozar el contexto histórico con una mirada caparrosiana.

Evidentemente, los cronistas viajeros emblemáticos como Marco Polo, Matteo Ricci, Cristóbal Colón,… regresan sus aventuras a su casa después de explorar inhóspitos parajes como eran China, Oriente, “Las Indias”,… les permiten al mercader veneciano, misionero jesuita, navegante,… escribir el relato de un viaje sobre la mirada del otro, la su ajenidad, cuyas notas viajeras son fundamento de la moderna idea de nación.

Este viajero-colonizador, ha desaparecido, tal vez, nuevos mundos serán explorados fuera de espacio conocido actual, plantean el debate de la modernidad.

La cronología define a los cronistas en sus épocas. El cronista de “Las Indias” inaugura una etapa de descubrimientos pero avancemos al cronista romántico  que difiere del ilustrado que narró para el viajero del setecientos.

La literatura de viajes alcanza su etapa dorada o Edad de Oro en el siglo XIX. Este siglo fugaz y vaporoso detiene el tiempo al escribir el viaje. Se venía del viaje escrito en el "siglo de los viajes", siglo XVIII, el viaje dieciochesco  “viajar para saber”, que se proponía buscar la objetividad en lo relatado mientras que en la centuria siguiente, “se viaja por placer”, se observa que el relato se tiñe de la personalidad -el viaje escrito es el alma de un viajero, Pedro Antonio de Alarcón- del viajador -Mesonero Romanos-.

Toda literatura de viaje nos transmite una cultura de viaje.


Es retórico preguntarse  por ¿el viajero es un personaje fatal? Será la respuesta para un próximo artículo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario