Entrada destacada

2030: Fenómeno turístico

Acercarnos a la historia del fenómeno turístico nos permite comprender el desarrollo actual del turismo. Sus inicios arrancan en la búsque...

martes, 26 de marzo de 2019

El tren, plasticidad y colorido


Los novelistas decimonónicos se suben al vagón del caballo de hierro. Se desplazan por los camino de hierro -chemin en fer-. El español Jacinto de Salas y Quiroga publicó en 1840 sus Viages. Viaja en tren.



La Europa del siglo XX se funda en la liquidación del sistema político, jurídico, económico y social europeo de mediados del siglo XVII. En España, en esa época, la monarquía hispánica la rige la casa de los Habsburgo, pierde la Guerra de los Treinta Años que el conflicto provoca un nuevo dibujo del mapa político del Viejo Continente.

Desaparece Antiguo Régimen. Cae la monarquía absoluta o monarquía de derecho divino -ejemplo, la figura de Luis XIV  de Francia, apodado el Rey Sol, El Estado soy yo (L'Etat, c'est moi)-. Alexis de Tocqueville anuncia su final en su libro Antiguo Régimen y Revolución en 1856. Indica que la Revolución francés se inicia en 1787 no en 1789 con la revuelta de los privilegiados cuando la aristocracia se niega a pagar los impuestos. Hobsbawm lo llama Era del Imperio, es su fin. Aparece el régimen liberal democrático.

Se inician las grandes revoluciones. Durante la segunda parte del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX emerge la primera Revolución Industrial. Se inaugura en 1848 la primera línea férrea peninsular. Se conquista la velocidad. Florece una nueva sociedad durante la etapa decimonónica. Se caracteriza por burguesa, industriosa, beligerante y agnóstica que refleja la novelas.

El género literario de viajes lo impulsan los autores inscritos en los movimiento literario denominados realistas -persigue el ideal de la objetividad- y naturalistas -describe minuciosamente la realidad en todos sus detalles y contiene un valor científico y de conocimiento-, surgen en el siglo XIX. Sus autores Benito Pérez Galdós o Emilia Pardo Bazán y Generación de 98 etiquetan su actividad viajera como excursionista y se desplazaba, mayormente, por los trazados ferroviarios españoles.

El viaje en tren aporta plasticidad y colorido.