La literatura de viajes, es
un tema que ha suscitado innumerables estudios de diversa naturaleza, es un
género fronterizo, se incluye múltiples variantes bien sean novelescas o
verídicas. En 2002, Gordon Sayre propone la narrativa de exploración -comprende
aquellos viajes efectuados por personas que desconocen el lugar donde se
encuentran, sus características son el miedo y la fascinación por lo
desconocido-, la literatura de viajes -los lugares visitados ya son conocidos
por lo que el autor se debate entre las ideas preconcebidas debido a
narraciones previas realizadas por otros y su experiencia personal- y, también,
la literatura para el turismo -en la actualidad, deviene en guías de viaje[1]-. Los artículos de viajes
se asocian, frecuentemente, por tanto, a los artículos turísticos, sin embargo,
no son iguales, presentan matices terminológicos distintos, los primeros se
recluyen dentro de los límites literarios pero los segundos carecen de ese
cariz.
La literatura de viajes la
práctica el prosista alicantino, referente de la Generación de 1898, y cronista viajero Azorín. Su viaje se
enmarca en una sociedad -en las que se transforma el transporte, se produce
mejoras en la comunicación,…- con posibilidades económicas que se desplaza por
ocio dentro de la tipología el viajar del placer lo comenta Abril Bri Agulló en
su tesis[2] en la que habla de los
viajes como ocio, el turismo, en Literatura de viajes de Azorín mientras que
Dean McCcannell esboza a El turista, una nueva teoría de la clase ociosa. Ambos
abordan el tema del ocio pero el primero lo generaliza en el aspecto turístico,
el segundo lo individualiza en la figura de quien se desplaza.
José Martínez Ruiz viajó,
recorre la Península, camina por Francia y visita Inglaterra. Y, viaja a través
de la literatura desde niño. En esa época, abandona Monóvar (donde nació 8 de
junio de 1873), se va a Yecla, reside en Granada y Valencia y se instala en
Madrid (donde falle 2 de marzo de 1967) durante la juventud.
José Martínez Ruiz se
convierte con el correr del tiempo en Azorín. Obtiene su sustento vital como
escritor. Lo califica Mario Vargas Llosa como un arquitecto literario[3]. Trazar el perfil de una
ciudad… un pueblecillo manchego… una viejecita enlutada e intemporal. Además de
calificarlo, el escritor hispano-peruano define su prosa como menuda y morosa.
El Nobel divaga sobre el académico monovero sobre sus discretas ficciones.
Enuncia que la vida real todo se mueve, envejece y perece y las recreaciones de
Azorín todo está quieto, es idéntico en sí mismo, ha sido birlado a las leyes
de la caducidad y la extinción,…
Azorín escribe, entre otros
temas, sobre la temática viajera. Publica libros antológicos sobre viajes como
La ruta de Don Quijote (1905), anda los pueblos de la Mancha quijotesca -
Argamasilla, Ruidera, Montesinos, El Toboso, Puerto Lápice,…- y cervantina y
los describe de forma literaria los mismos caminos, las ventas, los pueblos y
las gentes que marcó Miguel de Cervantes con el Caballero de la Triste Figura y
se escudero Sancho Panza. Nos acerca a los hombres y mujeres del común -Michel
de Montaigne-.
La vida, ¿es una repetición
monótona, inexorable, de las mismas cosas con distintas apariencias? ...la maleta que aparece en el centro del
cuarto.
-. ¿Se marcha usted, Azorín?
-….
-. ¿Dónde se va usted,
Azorín?
-…
-. ¿Se irá usted a los
pueblos, Azorín?
-….
-. Yo creo, Azorín, que esos
libros y esos papeles que usted escribe le están a usted matando. Muchas veces
-añade sonriendo (Isabel, una anciana vestida de negro, limpia, pálida)- he
tenido la tentación de quemarlos todos durante alguno de sus viajes[4].
Detesta el término turista,
aboga por ser un viajero espiritual y literario. Interpreta la realidad de
España y algunos lugares extranjeros. ¿Cómo era la visión que Azorín tuvo de la
sociedad de su época y de los pueblos y lugares que visitó? ¿De qué lugar nos
habla Azorín cuando firma ciertos artículos? ¿Cuál es la manera de escribir y
viajar que tenía? ¿Cuáles era las formas y momentos de viajar que le atraían
más? Estas preguntas las trata de responder Bri Agulló en la Literatura de
viajes de Azorín.
En fin, el viaje, a veces,
se configura como un desplazamiento con tintes literarios.
[1] Esta distinción
la desarrolla Marta Mª Nadales Ruiz, Creación de identidad inglesia: viajeros españoles en el siglo XIX, Departamento de Filología Inglesa I, Universidad Complutense
de Madrid, 2008
[2] Abril
Bri Agulló, Literatura de viajes de Azorín. Los artículos de viajes publicados
en la prensa periódica, Departamento de Filología Española, Lingüística General
y Teoría de la Literatura, Universidad de Alicante, 2015.
[3] Mario
Vargas Llosa, Las discretas ficciones de Azorín. Discurso ante la Real Academia
de la Lengua española. Publicado por la Universidad Complutense de Madrid en
1996.