La novelista, rumana en
lengua alemana, premio Nobel de Literatura 2009, Herta Müller, cuya patria era
una semilla de manzana, nace en Nitzkydorf, Rumanía, en 1953, descendiente de
los suabos del Banato -una minoría de
lengua alemana en el régimen comunista de Rumania-, estudia Filología Germánica y Rumana
en la Universidad Timisoara, nos relata en
Todo lo que tengo lo llevo conmigo sobre hacer la maleta con la finalidad
de ir quién sabe dónde cuando la
partida venga en el momento adecuado
para marcharse de ese dedal de ciudad
donde hasta las piedras tenían ojos por lo que deseaba ir a un lugar que no
la conocieran con el fin de continuar el amor en el mundo en el que se siente
(una vez más) como si se estuviera viéndolo desde fuera.
Su deseo se concretizó, se refugió
en la literatura, su escritura refleja su anhelo por vivir, su prosa está
escrita con sangre, existía un lugar que nadie la conocía, lo conformaba la
marginación de alguien que pertenece a una minoría lingüística y cultural, la
vigilaba la temida Securitate, la temible policía secreta de la Rumanía comunista,
tenía un control férreo de lo que ocurría, creó una red tan inmensa de
informadores, los
oficiales de la Securitate, los apparachiks, quisieron captarla, la amenazaban y
la interrogaban, rechazó el comunismo, ese totalitarismo implantaba fealdad, la
dictadura humillaba a los ciudadanos, la falta de belleza embrutecía y volvía agresivas
a las personas, la
dictadura del tirano Nicolae Ceausescu no permitía disidentes, el proceso de
limpieza se llevó al límite en este estado oriental en la esfera soviética, aún
así, volcó su amor en el mundo, se exilió, no era un paisaje de la infancia -el horror sólo se puede aguantar si uno se
distancia-, las personas se diferencian en la manera en que sienten el paisaje, se escapó a Alemania en 1987
donde reside en Berlín.
En fin, el viaje arrancó desde
el pequeño pueblo rural del Banato hasta Estocolmo. Todo lo que tenía lo
llevaba consigo. Supo hacer
la maleta en tierras bajas donde
evoca siempre la misma nieve y siempre el mismo tío.
Cogió la maleta Herta Müller y le recordó su madre al
salir a la calle, ¿llevas el pañuelo?