El turismo es, como posible opción, esencialmente,
un fenómeno cultural. La experiencia
turística se construye a través de
símbolos y del acuerdo social sobre el significado de los símbolos[1].
Por tanto, obviemos, ahora, por el momento, aunque al final se trasladará a
cuestiones económicas, se mencionará en grados de intensidad el desarrollo
sostenible del territorio, el estudio del turismo desde puntos de vista económicos,
sociológicos, de negocios, geográficos u otro tipo.
No olvidemos que las actividades
que producen disfrute y diversión han sido desdeñadas por las ciencias
económicas y sociales[2]. El turismo no es una
ciencia[3], pero el fenómeno turístico
y sus impactos pueden ser estudiados utilizando el método científico.
¿Si rastreas los orígenes
del turismo[4]
tienes posibilidades de crear nuevas propuestas de turismo cultural en una
industria sin chimeneas[5]? ¿Realmente se combina
ambos términos, turismo y cultura? ¿Su
combinación proporciona conceptos como turismo cultural[6] y cultura turística[7]?
¿La brecha entre turismo y
cultura, obedece, paradójicamente, a razones económicas? ¿Resulta mucho más
viable la tradicional especialización española en turismo de sol y playa que el
turismo cultural?
¿Por qué España no es una
potencia cultural? ¿Dónde debemos integrar el turismo cultural? ¿Existe en
España un verdadero estado cultural después de aprobar Ley 16/85[8]?
¿Se ha integrado la cultura en el mercado?
Ana Moreno Garrido defiende
que la historia, su conocimiento y la puesta en valor del patrimonio es una piedra
angular de una política cultural y de la política turística de un país[9]. Carlos Mario Amaya Molinar
demuestra, en contra de la creencia generalizada, que el fenómeno turístico es
esencialmente cultural[10].
¿El sistema turístico[11] está preparado para
ofrecer mayor calidad como ofrecer un turismo cultural alternativo al turismo
de sol y playa? o ¿ambas modalidades deben mejorar? ¿Se debe excluir al turismo
de sol y playa, más bien combinar, la preponderancia hacia un turismo cultural?
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Estamos en Semana Santa,
¿en qué segmento del mercado turístico ubicamos las procesiones en un turismo religioso o un turismo cultural?
[1]
Una pareja besándose en París es es un símbolo del “romanticismo eterno de la
ciudad luz”.
[2]
Señalan Debbage et al (1998).
[3]
Entramos en el debate, actual, si el turismo es una ciencia o se lo considera
una actividad, una industria, una disciplina -¿cuál es el objeto claro de
estudio? y ¿Qué método de estudio se utiliza para que conlleve a la
comprobación?-, fenómeno social, etc… Surgen nuevos paradigmas que nos permite hablar
del turismo como una actividad multidisciplinar o fenómeno social.
[4]
Las actividades de personas viajando y permaneciendo en lugares fuera de su
medio ambiente habitual por no más de un año consecutivo por ocio, negocios y
otros propósitos (World Tourism Organisation, 1998)
[5]
Afirma Ledhesma (2017) que el turismo una industria sin chimeneas.
[6]
Turismo cultural, entendido como el desplazamiento de visitantes motivado por
conocer, comprender y disfrutar el conjunto de rasgos y elementos distintivos,
espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una
sociedad o grupo social de un destino específico.
[7]
Cultura turística es la participación de los integrantes de una comunidad en la
búsqueda de mejores condiciones para hacer posible la actividad turística
[8]
Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español
[9]
Ana Moreno Garrido, Historia del turismo: una investigación necesaria, UNED-Guadalajara
[10]
Carlos Mario Amaya Molinar, Relaciones entre el turismo y la cultura: turismo
cultural y cultura turística en México y en Colima
[11] la
Oferta Turística, la Demanda Turística, el Espacio Turístico, los Operadores
del Mercado y los Organismos reguladores del turismo
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