Federico Oldenburg considera la
cata como un simple proceso en el que los expertos comprueban y comparan cualidades.
Describe el escenario de la cata
el especialista gastronómico en su obra saber de vinos en tres horas. Sugiere que el espacio disponga de buenas condiciones
lumínicas para observar el color del vino, no interfieran tufos ni aromas, se mantenga silenciosa la sala, alude a las copas adecuadas -proporciona opciones
entre la copa del modelo básico de
Riedel para vinos blancos o la versión equivalente de Spiegelau y el catavinos-, añade escupideras y se requiere una temperatura más bien fresca, entre 18 Y 20 grados, para que
no se caliente el vino.
Asistamos al teatro del vino. Tenemos, ya, un posible escenario de cata.
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