Se asocia, en la actualidad,
la fotografía turística con las redes sociales.
Viaja al origen del sol. Se
desplazó al país nipón. Desembarca en la isla continental de Honshu. Bañada por el mar de Japón. Visita Tokio. Cuenta con más de 13 millones de habitantes. Llegó el escocés, diseñador gráfico y fotógrafo, con afán fotográfico.
Se apagó la luz solar. Se puso el sol. No existe oscuridad. Se enciende el neón. Paseaba de noche. Se pierde. Le envuelve los anuncios llamativos y multicolores hechos con tubos de neón. Contempla la curva los tubos de vidrio. Se entretiene en los rótulos en formar de letras o dibujos. Regresa al París Motor Show. Le devuelven sus formas a los años 1920 y 1950.
Se apagó la luz solar. Se puso el sol. No existe oscuridad. Se enciende el neón. Paseaba de noche. Se pierde. Le envuelve los anuncios llamativos y multicolores hechos con tubos de neón. Contempla la curva los tubos de vidrio. Se entretiene en los rótulos en formar de letras o dibujos. Regresa al París Motor Show. Le devuelven sus formas a los años 1920 y 1950.
Encuentra sus 23 barrios especiales, cosmopolitas e icónicos. Conforman el área denominada Ciudad de Tokio. Se alza el palacio imperial. Comienza a recorrerlos, entre ellos, los siguientes. Patea, primero, Shinjuku. Otea sus rascacielos. Mira sus
bares y sus restaurantes. Deambula, luego, por Shibuya. Explora su estación con más de tres millones de personas
en sus andenes diariamente. Entra en sus centros comerciales y sus tiendas. Cruza, un
conjunto de pasos de cebra, el cruce de Hachiko. Frecuenta el origen del estilo
de vestir. Se halla en la calle Center Gai. Emerge la moda. Lo invaden un
millón de personas al día. Se acerca,
más tarde, a Akihabara. Expone en sus
escaparates cualquier tipo de tecnología. Conoce Tokio de Neón[1].
Llueve. Se transforma la
atmosfera. Mejora el entorno. Añade reflejos en el suelo. Huele a frescor nocturno. Revela un estilo neo-noir. Recuerda a Los
Ángeles futuristas. Capta su belleza a modo de Blade Runner 2049 -Denis
Villeneuve-. Se inspira en los videojuegos y las películas de ciencia ficción. Se
enamora de la ciudad. La procesa en colores magentas, amarillo, verdes y azules eléctricos. Gestiona el color.
Salía con una cámara DSLR.
Coloca el dispositivo en espacios inusuales. Destaca el uso de luz y sombras. Incorpora
la circunstancia moderna y la tecnología. Añade un fuerte contenido expresivo Dispara
a las calles, personas, callejones, plazas, edificios y letreros de neón. Fotografía
una ciudad de neón. Retrata el ciberpunk del Tokio nocturno.
Se caracteriza con una
iluminación tenebrosa con luz coloreada. Plasma unas fotos energizante. Las comparte en Instagram (@liamwon). Se han vuelto virales sus imágenes. Descubre las fotografías turísticas Liam Wong[2]
[3].
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