El Turismo es un fenómeno
multidisciplinar -se nutre de disciplinas académica diversas como la económica,
política, administrativa, sociales, culturales, etc…-, social, coyuntural,
cambiante y movedizo. En este sentido, el “hecho turístico” se construye, en parte, desde
los dictados de la Administración en sus distintas competencias pertinentes por
lo que existe una secuencia histórica entre las relaciones de la Administración
Pública y el Turismo que derivan en implicaciones jurídicas del fenómeno turístico
por lo que debemos delimitar el concepto jurídico de turismo para ahondar en la
materia citada. Volveremos sobre el tema próximo artículo.
Antes debemos saber cuándo
el “viajero” se convierte en “turista”. Evidentemente, el viajero alumbro
primero con los desplazamientos del peregrino, un comerciante o un soldado que
posibilitó definirlo, hasta finales del siglo XIX, como la persona que por
diversas circunstancias se desplazaba de un lugar a otro. El tiempo avanzó en
búsqueda de una definición de turismo. Corría el año 1942, Walter Hunziker y Kurt
Krapf desarrollan la Teoría General del Turismo donde lo definen como: “[...]
el conjunto de las relaciones y fenómenos producidos por el desplazamiento y
permanencia de personas fuera de su lugar de domicilio, en tanto que dichos
desplazamientos y permanencia no estén motivados por una actividad lucrativa”.
Más tarde, la citan Burkart y Medlik y la asume la Asociación Internacional de Expertos
Científicos en Turismo (A.I.E.C.T.).
Esta línea definitoria de
Turismo la adoptan en la Primera Conferencia Intergubernamental sobre el
Turismo en Roma en 1963 y en la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas
en 1968. Pero aparecen nuevos conceptos que faciliten las Estadísticas. Este
fin estadístico maneja el término “visitante” que describe a cualquier persona que visita un país que no sea el de su residencia
habitual, por cualquier motivo excepto el de mantener una ocupación remunerada
procedente del país visitado. En ese momento, la Organización Mundial del
Turismo recomienda que el uso de la palabra visitante
se dividiera en dos categorías. Una figura el “turista” -cubre a todos los
visitantes que pernoctan al menos una noche en el país- y Otra la representa el
“Excursionista” -visitante de día-. Por tanto, “el viajero” devino en parte en
el concepto “turista” -una necesidad Estadística-.
La Doctora en Derecho Isabel
Jaimez Gago dedica su tesis al análisis de la intervención administrativa sobre
el sector turístico. Publicó el libro Políticas Públicas y Turismo donde extraemos este
post viajero y turista.
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