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viernes, 26 de abril de 2019

Frankenstein y sus viajes


La literatura y el cine interpretan la práctica médica. El cine se interesa por la medicina desde su origen. Las tramas cinematográficas son fragmentos de la vida del hombre donde se refleja, en este caso, multitud de enfermos que muestran sus padecimientos[1].

La medicina es una labor del hombre y para el hombre. ¿Dónde nos encontramos en una  medicina humana o  deshumanizada?

 La medicina humana o no deshumanizada se caracteriza por la ausencia de un pensamiento científico y de un utillaje tecnológico de complejidad creciente. Esta línea de pensamiento entronca con la figura literaria del buen samaritano. Ambroise Paré, cirujano del Rey de Francia, figura en este escenario acientíficamente, yo le vendé y Dios le curó. También, Paracelso ayuda desinteresadamente a los demás, investiga con la alquimia y opinaba que un médico es el que cura las enfermedades[2].

Llega la Revolución Francesa. Aparece la ciencia del hombre, en medicina, se trata de una ciencia natural. Entramos en la deshumanización de la medicina Irrumpe el mito frankensteiniano[3]. Se construye la representación literaria de Frankenstein o el moderno Prometeo[4] de la escritora inglesa Mary Wollstonecraft Godwin -Mary Shelley[5]- en 1818 dentro de la literatura gótica.

Estamos ante una historia de terror en la literatura y cine, se adaptó al cine, e estrena La novia de Frankenstein en 1935, ¿te aterroriza su narración?
Emula a Dios el estudiante, egocéntrico romántico, Víctor Frankenstein, le guía la curiosidad crea vida humana, construye un ser vivo a partir de trozos de cadáveres.

Es una lección moral sobre el castigo, recae en un mortal, ¿Nos advierte sobre los peligros del progreso científico? ¿Señala sobre las posibles consecuencias negativas de la aplicación irresponsable de ideas revolucionarias? ¿Qué aporta a la ciencia el monstruo?

En Frankenstein o el moderno Prometeo transpira un universo de viajes y, el último viaje de Víctor, viaja al Ártico[6], pero, también, puedes trasladarte a la Villa Diodati, Cologny (Suiza) donde la autora fraguó el monstruo o desplazarte  a la pequeña localidad alemana de Darmstadt donde se localiza el original castillo de Frankenstein[7]. Permite Frankenstein posibles viajes.

Castillo de Frankenstein, Darmstadt (Alemania) (Wikimedia Commons)



[1] Medicina, literatura y cine, Universitat Pompeu Fabra, Miríadax_
El presente curso tiene el objetivo de presentar cómo las situaciones complejas que presenta lapráctica médica son interpretadas por la literatura y el cine, dos medios de comunicación con gran influencia en la opinión pública. El análisis se realizará mediante su contextualización en el momento histórico-médico en que se producen. Junto a este análisis sincrónico, en algunas de las situaciones se procederá también a análisis diacrónicos con el objetivo de contemplar cómo una misma obra recibe tratamientos distintos a lo largo del tiempo, especialmente en el ámbito cinematográfico. Para alcanzar los objetivos generales descritos, el curso Medicina, literatura y cine utilizará diversos recursos pedagógicos como son los videoclips para la presentación de los temas por los profesores, la visión de películas (completas o escenas seleccionadas) para ilustrar los aspectos más relevantes y las lecturas obligatorias y recomendadas que permitirán consolidar los principios presentados en las actividades anteriores.

[2] Luis Montiel, Profesor de Historia de la Medicina (UCM), Medicina y literatura

[3] Rebelión,  Ignasi Franch, El Salto, Frankenstein y la criatura a la que no siempre entendimos.

[4] Prometeo encarna la ambición de los hombres al desear aquello que solo les estaba reservado a los dioses.

[5] Su padre -el filósofo y librero William Godwin-, su madre -Mary Wollstonecraft, escribe el ensayo clásico del feminismo, Vindicación de los derechos de la mujer- y su marido -el poeta Percy Bysse Shelley-.

[6]  El motivo de viaje destruir su creación en un barco para adentrarse en el Océano Glacial Ártico. Robert Walton capitanea la expedición marítima.

[7] Sergi Ramis, Viaje tras las rutas de Frankestein, La Vanguardia,11/03/2018